Porsche · Dossier de prensa digital
 
40 años de experiencia turbo en el automovilismo de competición y de serie
Las innovaciones y mejoras que han quedado probadas en las condiciones extremas de las carreras también favorecen siempre en Porsche a los modelos de serie.

Precisamente las pruebas realizadas en el automovilismo de competición aseguran la eficiencia y resistencia de los nuevos motores para los deportivos de serie. Ya son más de 40 los años de experiencia con los que cuenta Porsche en el desarrollo de motores bóxer sobrealimentados de seis cilindros. Así, por ejemplo, la sobrealimentación con válvula de derivación se empleó primero en el coche de carreras 917/10 en 1972 hasta que, dos años más tarde, en 1974, se incorporó en la serie con el primer 911 Turbo. El 917/10 también fue en 1974 el padrino del intercambiador de aire. En 1977, esta tecnología celebró su estreno en el 911 Turbo 3.3. Cabe destacar otros hitos en el desarrollo de motores turbo, como el biturbo secuencial con dos cargadores que se encienden uno después del otro (por primera vez en el superdeportivo 959), el biturbo con dos cargadores encendidos en paralelo (por primera vez en el 911 Turbo, modelo 993) y las válvulas de entrada regulables (por primera vez en el 911 Turbo, modelo 996).




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